30Jun
Cómo incentivar a generar ahorro desde la infancia
Enseñar a nuestros niños y niñas a generar ahorros también es una cuestión de responsabilidad financiera.
Generar el hábito de ahorro, es enseñar a invertir en lo que es necesario, y a guardar una parte para futuros planes y proyectos (ver: cuáles son tus grandes planes). Es inculcar que el dinero se obtiene con esfuerzo y trabajo.
¿Cómo generar hábitos para la responsabilidad financiera?
Podemos hacerlo como parte de una recompensa, según distintos objetivos que les queramos establecer, y que sean accesibles según sus edades y realidades.
Además de obtener un beneficio a base de ese esfuerzo, aprenderán los primeros pasos sobre decisiones financieras, como: el ahorro, los préstamos, los intereses, los cambios de moneda, etc. También les permitirá proyectar y comprender que un préstamo es una herramienta financiera que si es correctamente utilizada, beneficia a quien lo solicita y necesita.
Se les puede asignar una cantidad "fija" de dinero para sus gastos personales de preferencia, que puede ser semanal o quincenal, o bien retribuirles por trabajos extras personales, educativos o domésticos. Por ejemplo, estimularlos a leer o realizar una tarea que no esté dentro de sus obligaciones, como pintar una puerta o ventana. Esto les ayuda a comprender que el dinero es un medio para conseguir algo.
Qué nos enseña el ahorro:
- Trazar objetivos. Proyectar y tener objetivos es el gran desafío en todo ser humano. Tener objetivos de ahorro para alcanzar una meta es muy importante. La enseñanza puede comenzar desde temprana edad, con la famosa alcancía o chanchito donde niñas y niños van guardando una cantidad de dinero con la promesa de adquirir algo a partir de eso. A su vez, aprenden sobre los mecanismos de compra en base a un esfuerzo, que es el ahorro generado y el tiempo dedicado.
- Perseverancia y esfuerzo. Enseñarles sobre la paciencia para obtener algo es muy importante, ya que muchas veces se acostumbran a obtener lo que quieren en el momento, sin reparar en el trabajo que hay detrás para lograrlo.
- Administrarse. Ahorrar también les enseña a administrarse y a ser responsables. Porque podrán gestionar ese ahorro, comprarse algo que desean o hacer un regalo especial de manera autónoma, y a guardar otra parte para seguir ahorrando pensando en nuevas metas y planes.
- Responsabilidad financiera. Mediante este hábito los acerca a comprender mejor el valor de las cosas, el esfuerzo que conlleva obtenerlas, aprendiendo desde temprana edad sobre la salud y la responsabilidad financiera. En algunas ocasiones, es bueno adelantarles un poco de dinero, o hacerles un préstamo extra para lograr sus objetivos, con la premisa de descontarlo en futuros pagos.
Cuentas de ahorro para jóvenes
Las herramientas financieras disponibles en el mercado como las cajas de ahorro son otra buena alternativa para ayudar y enseñar a desarrollar una vida financiera a quienes aún no están bancarizados. Este servicio permite abrirle a tu hijo o hija una cuenta para que cuando cumplan la mayoría de edad, puedan acceder a los beneficios y obligaciones.
Este tipo de cuentas están representadas por los padres y madres en ejercicio de la patria potestad o tutores, y suelen admitir hasta dos titulares por cuenta al momento de la apertura. Esto les permitirá en el futuro acceder a préstamos para compra de vivienda, rebaja de intereses en préstamos, según la antigüedad y el saldo promedio al momento de solicitar el préstamo.
En resumen, es importante predicar con el ejemplo. Así como las personas adultas trabajamos y nos esforzamos para alcanzar grandes objetivos, muchas veces con la ayuda de créditos según nuestras capacidades de pago (ver: el ahorro como el camino para obtener un crédito), también es bueno que se incorpore desde la edad escolar a recibir esa ayuda, a saber administrarla, para proyectar e invertir en objetivos concretos.