01Nov
El hágalo usted mismo versus contratar a especialistas
¿Sos de las personas que prefieren ponerse a investigar y arriesgarse a hacer ciertos trabajos por tu cuenta, o sos de las que ni lo piensan y siempre acuden a profesionales para que se encarguen?
Por ejemplo, cuando se te rompe algún electrodoméstico, cuando la casa necesita una reforma o una renovación de pintura, ¿te has enfrentado a este dilema?
Es natural que en la medida en que hoy en día podemos acceder a muchísima información y conocimiento en internet, la alternativa de lanzarnos a hacer nuestros propios trabajos “manuales” sea muy tentadora. Muchas veces pensamos: con un tutorial de youtube y un poco de investigación, esto seguro lo puedo hacer yo y gastando muchísimo menos dinero.
También es muy frecuente que a la hora de salir a pedir cotizaciones en seguida repares en que la mano de obra se excede del presupuesto ideal. Y por lo general, a eso debemos sumarle luego los materiales e insumos.
Además de ahorrar dinero, esto te podría dar la libertad de manejar tus tiempos, y de paso, entretenerte y aprender un montón. Pero claro, en el proceso, no todo es color de rosa.
Veamos 5 aspectos que deberíamos tener en cuenta al enfrentamos a este dilema:
1. Costos. El costo global de emprender esas reparaciones y mejoras es el gran disparador de las dudas. Luego de evaluar presupuestos te das cuenta de todo lo que podrías ahorrarte si no tuvieras que contratar mano de obra especializada.
¿Pero pensaste en los riesgos de que el trabajo no salga bien? Podrías terminar gastando más dinero para arreglar ese error. Por otro lado, hay que considerar que un profesional suele conseguir materiales a un menor costo, se encarga de lo logístico, y dispone de todas las herramientas necesarias para el trabajo.
De cualquier manera, siempre hay que pedir al menos tres presupuestos y estudiar sus alcances antes de tomar una decisión. Sobre este tema podés volver a leer nuestros consejos sobre inversiones en el hogar de forma responsable.
Recordá siempre que el tiempo dedicado a hacer esos trabajos por nuestra cuenta, también es dinero. Y si no tenemos la experiencia, será muy difícil calcular bien esas horas invertidas.
2. Tiempos y disponibilidad. Podría suceder que el desafío de hacer ese trabajo por tu cuenta sea el motivo principal y es muy válido. Pero deberías investigar y conocer el tiempo que ese trabajo te llevará y revisar si realmente dispones de esas horas. Lo que es seguro, es que te demandará más tiempo que a un profesional.
3. Herramientas. ¿Tenés las herramientas necesarias para hacer bien el trabajo? ¿Cuánto dinero tendrías que invertir en alquilar equipos o comprarlos? Al no dominar bien el trabajo los imprevistos siempre estarán a la orden del día, y te podrían llevar a tener que salir corriendo a comprar esa herramienta que falta o más de un material que falló en el cálculo.
4. Habilidades. No se trata de abandonar el proyecto de intentar hacerlo por nuestra cuenta por falta de creatividad y habilidades. El problema es que si el trabajo nos queda mal, el costo de tener que enmendar un error y hacerse cargo de esto podría ser muy alto. Y a esto se sumaría una nueva carga de tiempo no prevista.
5. El equilibrio: precio, calidad y tiempo. Pensá en un triángulo equilátero en donde se busca un equilibrio entre el precio, la calidad del servicio, y el tiempo. Este triángulo se puede alterar cuando querés bajar mucho el precio, ya que perdés en calidad, y el tiempo aumenta. Y si querés mejorar la calidad, aumentará el precio, y quizás el tiempo. Si querés rapidez, seguramente aumente el precio y haya riesgo de perder calidad. Lo recomendable es analizar tu caso y necesidades puntuales para saber a qué le das más valor entendiendo las consecuencias de alterar cualquiera de estos tres factores.
La realidad es que si no somos personas muy prácticas, creativas, prolijas, ni con mucha paciencia ni tiempo, este dilema puede resolverse en una respuesta: ¡contratá a especialistas y profesionales!
Invertir en calidad y en la administración de nuestros tiempos también es cuestión de finanzas responsables. Por eso en TPI tenés un préstamo personal para que puedas realizar todos estos trabajos con una persona especialista en el tema y ahorrarte, especialmente, muchos dolores de cabeza.